Como cuando respirás muy profundo, retenés el aire mucho
tiempo, y lo soltás de golpe, a través de un temblor
Como cuando tenés frío, y llueve, y dejaste el abrigo apoyado en el sillón, y estás lejos, y te rendís ante las circunstancias
Como cuando te quitan una pierna a la que venís acostumbrado
Como cuando ves llorar a tus viejos
Como cuando pensás en tus hijos
Como cuando entendés que nada importa demasiado
Que todo está sobrevalorado
Que el gato es gato
(Y nada más)
Como cuando todo, absolutamente todo, se vuelve dudoso
Como cuando estás cansado
Como cuando estás muy cansado
Como cuando hace mucho que no llorás y, un día, de la nada, aparece
todo junto
Como cuando descubrís que en realidad no tenés miedo de
morir
Como cuando vivís (o al menos lo intentás).