sábado, 24 de septiembre de 2011




"Fue su quietud la que me hizo inclinarme fascinado la primera vez que vi a los axolotl. Oscuramente me pareció comprender su voluntad secreta, abolir el espacio y el tiempo con una inmovilidad indiferente. Después supe mejor, la contracción de las branquias, el tanteo de las finas patas en las piedras, la repentina natación (algunos de ellos nadan con la simple ondulación del cuerpo) me probó que eran capaz de evadirse de ese sopor mineral en el que pasaban horas enteras. Sus ojos sobre todo me obsesionaban. Al lado de ellos en los restantes acuarios, diversos peces me mostraban la simple estupidez de sus hermosos ojos semejantes a los nuestros. Los ojos de los axolotl me decían de la presencia de una vida diferente, de otra manera de mirar. Pegando mi cara al vidrio (a veces el guardián tosía inquieto) buscaba ver mejor los diminutos puntos áureos, esa entrada al mundo infinitamente lento y remoto de las criaturas rosadas. Era inútil golpear con el dedo en el cristal, delante de sus caras no se advertía la menor reacción. Los ojos de oro seguían ardiendo con su dulce, terrible luz; seguían mirándome desde una profundidad insondable que me daba vértigo."


[J. C.]

sábado, 17 de septiembre de 2011

Las líneas de la mano y el mal dormir

"... Y me confesó: cuando quieras arrancamos que
en las líneas de la mano lo leyó..."





Hoy es uno de esos días en que se me salen las palabras al revés. Qué cosa, che...
Y te digo que se me salen, aunque no las deje. Se van emancipando de a poco, digamos.

Tuve un sueño muy extraño, el cual no va a ser traído a este mundo por motivos varios, pero sí su escencia.
El escape, el sobreentendimiento, la desesperación, el intruso, la razón... Todos accesorios cuidadosamente seleccionados por mi inconsciente. Y después las manos, transpirando incesantemente, las líneas, el foco, el vacío, la desconexión, los diez intensos minutos y otra vez las manos... No podía, no había forma alguna de escapar de las manos. Es cierto que no lo intentaba... Pero "sabía" que no podía alterar esa realidad (una de las cosas más extrañas de los sueños es que siempre sabemos absolutamente todo, aunque ese todo no se haya manifestado materialmente).

Es el mundo de los sueños, donde, si bien nada es claro, es lo más cercano que tenemos a la claridad.

"le volvió loca el sonído de las gotas de rocío
cuando empieza a clarear y aún no se ha dormído"



[Luk]

domingo, 11 de septiembre de 2011

(...)

"Lo que pasa es que me obstino en la inaudita idea de que el hombre ha sido creado para otra cosa. Entonces, claro...Qué pobres herramientas para encontrarle una salida a este agujero."

[J. C.]

¿A qué le llama tiempos viejos, usted?

Claro que sí, si tan sólo hubiese ocurrido un instante antes...
(Pero no. No ocurrió. Y estuvo bien, aunque me pese, aunque ahora esté mal).
Era mucha yerba en el mate, era lógico que se tape (el mate siempre viene bien cuando uno busca paralelismos en el afán de no querer convertir la realidad en palabras tan bruscas).
De todas formas, los condicionales pierden vigencia cuando se cae en la cuenta de que en la práctica nunca hubiese funcionado aquella teoría que en nuestra mente amenaza con ser portadora de absolutamente todos los elementos necesarios para el éxito. La cabeza suele tener la fórmula de la felicidad que el mundo real siempre se encarga de desplomar.
Estuvo bien… Qué querés que te diga…
Esas historias que se aceleran por dar lugar a todos los episodios en un mismo día, siempre es mejor olvidarlas.

“Pavadas, pavadas, pavadas. ¿A qué le llama tiempos viejos, usted? A mí todo lo que me ha sucedido me ha sucedido ayer, anoche a más tardar. (…)Para mí, entonces no es hace mucho. Entonces es lejos, muy lejos, pero no hace mucho.” [J. C.]

viernes, 9 de septiembre de 2011

El Poeta Reduccionista

... Que en la noche se permitió soñar todo lo que en el día no se animó a admitir.
Fue el poeta reduccionista, que en lo oscuro cantó frases del alma, pero tuvo la habilidad para luego convertirlas en ceniza.
... Que a la noche el mundo fue complejo y maravilloso, y que al día siguiente las cosas se atrevieron a ser "así de simples".
Fue el poeta que disfrutaba hablando del tiempo, mientras el tiempo se le pasaba hablando...

Fue el poeta que redujo la vida a la salvación (que no es poco, pero no alcanza).

[Luk]

domingo, 4 de septiembre de 2011

Aprenderás



Después de algún tiempo aprenderás la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma, y aprenderás que amar no significa apoyarse, y que compañía no siempre significa seguridad. Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni los regalos son promesas...

Aprenderás que con la misma severidad conque juzgas, también serás juzgado y en algún momento condenado.

Aprenderás que no importa en cuantos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arregles. Aprenderás que es uno mismo quien debe cultivar su propio jardín y decorar su alma, en vez de esperar que alguien le traiga flores.

Comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza alta y la mirada al frente, con la gracia de una mujer y no con la tristeza de un niño y aprenderás a construir hoy todos tus caminos, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos, y el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío.

Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado. Aceptarás incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas.

Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma. Descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruirla y que tu también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de la vida.

Aprenderás que las nuevas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias y que no importa que es lo que tienes, sino a quien tienes en la vida y que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir.

Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian.

Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las personas que más te importan y por eso siempre debemos decir a esas personas que las amamos porque nunca estaremos seguros de cuando será la última vez que las veamos.

Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tienen influencia sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos. Comenzarás a aprender que no nos debemos comparar con los demás, salvo cuando queramos imitarlos para mejorar.

Descubrirás que se lleva mucho tiempo para llegar a ser la persona que quieres ser, y que el tiempo es corto. Aprenderás que no importa a donde llegaste, sino a donde te diriges. Aprenderás que si no controlas tus actos ellos te controlaran y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa cuan delicada y frágil sea una situación: siempre existen dos lados. Aprenderás que héroes son las personas que hicieron lo que era necesario enfrentando las consecuencias. .. Aprenderás que la paciencia requiere mucha práctica.

Descubrirás que algunas veces, la persona que esperas que te patee cuando te caes, tal vez sea una de las pocas que te ayuden a levantarte. Madurar tiene más que ver con lo que has aprendido de las experiencias, que con los años vividos.

Aprenderás que hay mucho más de tus padres en ti de lo que supones. Aprenderás que nunca se debe decir a un niño que sus sueños son tonterías, porque pocas cosas son tan humillantes y seria una tragedia si lo creyese, porque le estarás quitando la esperanza. Aprenderás que cuando sientes rabia, tienes derecho a tenerla, pero eso no te da el derecho de ser cruel.

Descubrirás que sólo porque alguien no te ama de la forma que quieres, no significa que no te ame con todo lo que puede, porque hay personas que nos aman, pero que no saben como demostrarlo. .. No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo.


Si algo he aprendido en la vida, es que la mentira se pone en contra de quien la inventa.


[Jorge Luis Borges]

Días, y Logos (pero sobre todo días)

- Lo que pasa es que vos sos puro corazón, y de las cuentas se encarga el bolsillo, no el corazón. Yo tiendo a ser más racional, a ordenar un poco la historieta.

- Pero yo no quiero una historia ordenada... Yo quiero mi espacio, un mate, un poco de olvido, un poco de fin de semana, ¿Tan mal está, che?

- No, no está mal, está perfecto, pero no me vengas con mundos imposibles porque después de eso siempre viene la frustración, el descontento y los malos momentos. Y yo también quiero un mate, pero con una sonrisa de por medio, viste...

- Relajate... Soñar un poco no está tan malo. Después de todo, el lunes ya casi empieza y ahí si que uno se olvida de todo, incluso del fin de semana.







L.

Le petit prince (dans mon esprit)




“Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos.”

Uno nunca encuentra lo que no está buscando...
Esta mañana me topé con esta frase. Jamás podría haber sido tan oportuna.
¡Qué felicidad!
¡Qué domingo tan extraño!

sábado, 3 de septiembre de 2011

El gato de Schrödinger y otro sábado por la tardenoche


Igual que ayer, igual que siempre.
La monotonía de los sábados y el resplandeciente sol como representantes de un auténtico absurdo.
Para mí, es un día demasiado existencialista como para andar caminando por las afueras, fumando un pucho, lidiando con tantos signos de pregunta.
Una redundancia tan extrema como esta, nunca vale tanto.
¿Y qué pasa si..?
No. Dije que no.
(Pero, a veces, No no es necesariamente No)
Sigo construyendo mundos alternativos, constantemente.
El problema surge cuando la mente se cansa de reproducir imagenes, conjeturas innecesarias, prejuicios convenientes, mecanismos de supervivencia. El punto débil aparece a la hora de las moscas, a la hora de la hora, a la hora de abrir la caja.

Ante cualquier otra cosa, prefiero seguir contando con esa ilusa infinita cantidad de posibilidades que, a veces, sirven como motor cotidiano.


[Luk]

VUELO SIN ORILLAS

Abandoné las sombras,
las espesas paredes,
los ruidos familiares,
la amistad de los libros,
el tabaco, las plumas,
los secos cielorrasos;
para salir volando,
desesperadamente.

Abajo: en la penumbra,
las amargas cornisas,
las calles desoladas,
los faroles sonámbulos,
las muertas chimeneas
los rumores cansados,
desesperadamente.

Ya todo era silencio,
simuladas catástrofes,
grandes charcos de sombra,
aguaceros, relámpagos,
vagabundos islotes
de inestable riberas;
pero seguí volando,
desesperadamente.

Un resplandor desnudo,
una luz calcinante
se interpuso en mi ruta,
me fascinó de muerte,
pero logré evadirme
de su letal influjo,
para seguir volando,
desesperadamente.

Todavía el destino
de mundos fenecidos,
desorientó mi vuelo
-de sideral constancia-
con sus vanas parábolas
y sus aureolas falsas;
pero seguí volando,
desesperadamente.

Me oprimía lo flúido,
la limpidez maciza,
el vacío escarchado,
la inaudible distancia,
la oquedad insonora,
el reposo asfixiante;
pero seguía volando,
desesperadamente.

Ya no existía nada,
la nada estaba ausente;
ni oscuridad, ni lumbre,
-ni unas manos celestes-
ni vida, ni destino,
ni misterio, ni muerte;
pero seguía volando,
desesperadamente.

[Poema del gran, querido, extrañado Oliverio Girondo]