“Qué fácil callar, ser serena y objetiva con los seres que no me
interesan verdaderamente, a cuyo amor o amistad no aspiro. Soy entonces
calma, cautelosa, perfecta dueña de mí misma. Pero con los poquísimos
seres que me interesan… Allí está la cuestión absurda: soy una
convulsión.”
Soy yo, soy él. Somos, pero soy yo,
primeramente soy yo, defenderé ser yo hasta que no pueda más. Atalía soy yo,
Ego. Yo. Diplomada, argentina, uña encarnada, bonita de a ratos, grandes ojos
oscuros, yo.
Lo malo es que la Maga no puede seguir mucho rato, en seguida se larga a llorar, esconde la cara contra mí, se acongoja a punto increíble, hay que preparar el té, olvidarse de todo, irse por ahí o hacer el amor, sin los tíos ni la madre hacer el amor, casi siempre eso o dormir, pero casi siempre eso.
“Una vida mental rica y propia exige curiosidad, malicia, fantasía y
deseos insatisfechos, es decir, una mente “sucia”, malos pensamientos,
floración de imágenes prohibidas, apetitos que introduzcan a explorar lo
desconocido y a renovar lo conocido, desacatos sistemáticos a las ideas
heredadas, los conocimientos manoseados y los valores en boga.”
Los cuadernos de Don Rigoberto, Mario Vargas Llosa
Se avanza a tientas / lentamente
por lo común a contramano
de los convictos y confesos
en búsqueda tal vez
de amores residuales
que sirvan de consuelo y recompensa
o iluminen un pozo de nostalgias
se avanza a tientas / vacilante
no importan la distancia ni el horario
ni que el futuro sea una vislumbre
o una pasión deshabitada
a tientas hasta que una noche
se queda uno sin cómplices ni tacto
y a ciegas otra vez y para siempre...
No es para quedarnos en casa que hacemos una casa
no es para quedarnos en el amor que amamos
y no morimos para morir
tenemos sed y
paciencias de animal
detrás de aquí, detrás de allá,
Soy un intermediario de una voluntad,
representante de la libertad,
Por qué pensar que el mar es sólo agua y sal?
… Que es química y nada más,