miércoles, 21 de junio de 2017

... Y que el placer que juntos inventamos sea otro signo de la libertad.

"... Como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía..."

[ J. C. ]

sábado, 10 de junio de 2017

No tengo un carajo

Tengo frío. Como si el frío fuese un estado de ánimo.
Tengo distancias acumuladas en el pecho y una memoria de perro que no me permite saber quién es ésta que porta mis pieles y mis infiernos.
Tengo miedo de mí misma.
Tengo una sensación de espanto y vivencias surreales que consumo como drogas.
Y tengo esta nada que me sugiere destruírme...
Tengo los ojos hinchados de tanto morderme la vista, de tanto escándalo cromático, de tanto campo malsano.
Tengo un futuro que me propone saltar a mi propio abismo y salir a flote en un barco hundido.
Tengo tantas preguntas que no me pertenecen...
Tengo esta certeza de estar haciendo nada y unas ganas inmensas de vomitar algún "quizás".
Tengo en tus manos las dos caras de una moneda, aún cuando la moneda está rodando en el vacío.
Tengo pensamientos encriptados, conceptos que torpemente se abren paso entre palabras que los vuelven nulos automáticamente.
Tengo un nosotros agotado de tanto trote y un sudor hambriento que no puedo reconocer.
Tengo este destiempo que me ahoga y me convoca, y un cuchillo a mano para cortar el porvenir.
Tengo esta inercia acelerada, esta farsa encapsulada y a la parca seduciendome.
[Luk]

viernes, 9 de junio de 2017

Sobre todo de la lluvia

"... Háblame

transfórmame

quiero que me conduzcas

a la sabiduría

cuéntame de la lluvia

de la enredadera que se niega al verdor

de la destrucción y la creación

y el nuevo orden mundial

y el precio del platino en occidente

pero sobre todo de la lluvia..."

Fragmento del poema "El amante suplica una gracia" - Rita González Hesaynes

jueves, 8 de junio de 2017

Piénsate bravo

Si te postran diez veces te levantas
otras diez, otras cien, otras quinientas ...
No han de ser tus caídas tan violentas
ni tampoco, por ley, han de ser tantas.

Con el hambre genial con que las plantas
asimilan el humus avarientas,
deglutiendo el rencor de las afrentas
Se formaron los santos y las santas.

Obsesión casi asnal, para ser fuerte,
nada más necesita la criatura,
y en cualquier infeliz se me figura

que se rompen las garras de la suerte ...
¡todos los incurables tienen cura
cinco segundos antes de la muerte!


No te des por vencido, ni aun vencido, no te sientas esclavo, ni aun esclavo; trémulo de pavor, piénsate bravo, y arremete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido, que ya viejo y ruin vuelve a ser clavo; no la cobarde intrepidez del pavo que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como Dios que nunca llora, o como Lucifer, que nunca reza, o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua y no la implora ... ¡Que muerda y vocifere vengadora, ya rodando en el polvo tu cabeza! 

Pedro Bonifacio Palacios (Almafuerte)


sábado, 3 de junio de 2017

Viajeros

Lo que veo es al tipo que vuelve del trabajo, cuerpo cansado y arrugas en la frente, que tiene una vida mucho más compleja que la que muestra a través de esa expresión de desamparo que surge cuando mira por la ventana, todavía llevando a cuestas y repitiendo mentalmente, por inercia, las últimas palabras que escuchó en la oficina, soltándolas en cada parada de colectivo. La chica que aprovecha el viaje para olvidarse del mundo al momento de ponerse los auriculares, y se sumerge en un juego asociativo entre la melodía y el hombre al que ama pero que nunca va a ser su pareja, porque no, porque no corresponde, porque no es viable, porque tiene que decidir si comer pizza que sobró de anoche o volver a pensar en él o subir el volúmen. A la pareja que discute con vehemencia si el mejor súper poder es volar o viajar en el tiempo, y yo quiero decirles que viajar en el tiempo envejece, que vuelen juntos, pero él insiste y se ríen y después pienso que no importa tanto y también me río. Veo al chico que se encuentra con la casualidad de su vida cuando "por error" se baja en la estación "equivocada" y "sin querer" se choca con esa chica (y no con la que iba al lado) y "la puta madre, me equivoqué, fue sin querer, perdón" y qué lindo equivocarse así. También veo al poeta, que se sabe que es poeta porque anota frases en una libretita maltrecha que guarda y vuelve a sacar tímidamente al minuto porque se olvidó de decir algo para la posteridad, y que está convencido de que lo que está sucediendo es nada menos que la posibilidad de cambiar su destino para siempre ("y si bajo acá? y si sigo hasta Callao? y si la terminal es, contradictoriamente, donde empieza todo?").
También veo al que está convencido de que el tiempo lo persigue tan ligero y lo mira tan de cerca, y entonces cree que bajándose por la parte de adelante del tren le roba a la vida unos minutos...
Veo pasajeros, nada más.


[Luk]

viernes, 2 de junio de 2017

Pensar que vivir

"El despertar de una ciudad, sea con niebla o de otro modo, siempre me resulta más conmovedor que el rayar del alba en el campo. Una aurora en el campo me hace sentir bien, una aurora en la ciudad me hace bien y mal y por eso hace que me sienta mejor. Si, porque la mayor esperanza que me trae tiene, como todas las esperanzas, el sabor lejano y nostálgico de no ser realidad. Una mañana en el campo existe; una mañana en la ciudad promete. Una hace vivir, la otra pensar. Y yo sentiré siempre como los grandes malditos, que es mejor pensar que vivir."


Pessoa