... Y despues de todo, de llenarme de todo y de no saber qué hacer con eso, me dispongo a la ligereza del insomnio, y me desnudo y dejo las palabras inútiles al borde de la cama, y rozo mi entrepierna y me sonrío y hago ese suspiro y se frena el mundo, y ahí... Recién ahí, pienso en vos.
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