"Una
vez, siendo yo adolescente, mi padre me dijo: "Si temes, no vaciles.
Métete en dificultades si ése es el curso honesto a seguir." Era una
hipótesis referida al arte del coraje que me vi obligado a refinar
considerablemente en las guerras burocráticas, donde la carta que había que
jugar era la paciencia. Pero también sabía que cuando el miedo se volvía
paralizante había que esforzarse por hacer un movimiento o dejar que el alma
pagase las consecuencias. Cuando uno topaba con un fantasma, el curso honesto
era claro: había que seguirlo."
"El fantasma de Harlot" NORMAN MAILER
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