miércoles, 20 de enero de 2016

Moebius



“… Para ese entonces, ya habíamos adoptado una mecánica de soga. Tiraba hasta el cansancio y, cuando finalmente cedía a la tensión – absurdamente disfrutable pero agotadora- dejaba ir la cuerda. Y la dejaba ir completamente inconforme y porque nada tenía sentido si tanta fuerza no estaba destinada más que para su propia extinción. Y era en ese preciso momento, frente a los vestigios de sudor que ya apenas existían, que comenzaba a detectar un leve tirón, proveniente del otro lado de la cuerda…
El problema más frecuente en este tipo de dinámica no es la posibilidad de ruptura, como comúnmente se piensa, sino más bien la posibilidad de perpetuarse y ser absorbido por el gran Moebius.”

[L. D.]

No hay comentarios:

Publicar un comentario