"y callar
entonces sería vil, tú y yo sabemos demasiado de algo que no es nosotros
y juega estas barajas en las que somos espadas o corazones pero no las
manos que las mezclan y las arman, juego vertiginoso del que sólo
alcanzamos a conocer la suerte que se teje y desteje a cada lance, la
figura que nos antecede o nos sigue, la secuencia con la que la mano nos
propone al adversario, la batalla de azares excluyentes que decide las
posturas y las renuncias. Perdóname este lenguaje, el único posible. Si
me estuvieras escuchando asentirías, con ese gesto grave que a veces te
acerca un poco más a la frivolidad del narrador. Ah, ceder a esa
moviente armazón de redes instantáneas, aceptarse en la baraja,
consentir a eso que nos mezcla y nos reparte, qué tentación, qué
blando boca arriba sobre un mar en calma.
(...)
... Sin siquiera hablar de mí o de tantos otros que también jugaron
los juegos, me obligo a ser esto que no escucharás o escucharás
irónica, dándome así la última razón de que lo diga. Ya ves que no hablo
para otros aunque sean otros los que escuchen: dime, si quieres, que
sigo jugando con palabras, que también yo las mezclo y las tiro en el
tapete.
(...) Yo seguiré buscando el
acceso (...)
... Lo importante y lo nimio, todo lo barajaré
otra vez para encontrarte como quiero..."
62/ Modelo para armar [Julio]
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