miércoles, 6 de junio de 2012

... Putting the pieces together


Qué día!

No sólo por el frío, que se tomó el atrevimiento de imponerse violentamente, sino por todo el resto de los acontecimientos violentos que se sucedieron sin lugar a respiro. Hablo del tipo de suceso cuyo arraigo tan evidente y desesperado al mundo cotidiano lo convierte en banal. Banal como levantarse cada día y sentir demasiado sueño como para responder a la primer alarma del reloj.
Banal, hasta que se decide abrir un libro, entendiendo que el tren es uno de los mejores ámbitos para dar paso a la melancolía, sobre todo si se trata de la vuelta a casa, en la que uno se da el lujo de ir echando los pensamientos por la ventana.

… Hasta que abrís un libro, y descubrís que no hay momento sublime como sentir la primer alarma del reloj y desear con todas tus fuerzas que el momento de despertar no llegue, para así evitar el olvido de ese sueño que, se sabe, inevitablemente va a llegar en el transcurso del día y ya no podrá ser contado. Entonces uno pospone el despertar, para seguir soñando.

Cada día lleva una frase al hombro, apta para esa nómina de acontecimientos poco importantes, que, con el pasar de los años, conforman nuestra historia.
Hoy me tocó una de Ray Bradbury, quizás para dejarlo ir de a poco, y para también soltar de a poco esa persona que soy yo hoy:

Jump, and you will find out how to unfold your wings as you fall.


Rest In Peace, Ray.


[Luk]

No hay comentarios:

Publicar un comentario