(Esto es lo que sucedió el día que descubrí que no andaba con ganas de ser lo que todos esperaban de mí y que la gente espera demasiadas cosas y demasiado tiempo)
El mundo jamás se detiene para que yo pueda ponerme a pensar qué quiero de mi vida, y eso, casi siempre, es un problema (aparte de ser injusto), porque así es como me pierdo la mayoría de las cosas. Además, nunca obtengo conclusiones sólidas.
Lloro un rato, duermo, me arrepiento un poco, me culpo, y al día siguiente todo vuelve a la asquerosa normalidad: La vida misma, como le llaman.
Es cierto que me gusta quejarme.
También es cierto que un gran porcentaje de mis deseos muere antes de poder siquiera convertirlse en proyectos, porque todo lo que existe lo creé yo misma y me quejo de ello porque no puedo hacer otra cosa más que eso, no me animo a reconstruír la historia. Esto es lo que soy y es todo culpa mía.
Nunca termino nada de lo que empiezo y hasta el día de hoy no he querido averiguar la razón.
Soy una persona extremadamente terca...
Pero, a pesar de ser tan consciente de todo esto, cada día vuelve todo a lo de siempre: La vida misma.
No estoy segura de cómo quiero que sean las cosas, pero apuesto todo lo que tengo a que no las quiero tal como son.
Mis días se me escapan entre un montón de asuntos que ni siquiera me conciernen, y no hago nada para remediarlo. Casi nada de lo que me pasa tiene que ver conmigo, excepto aquellas cosas lindas a las que les presto poca atención y postergo constantemente, por falta de TIEMPO. MI TIEMPO. MI TIEMPO?
Cómo fué que dejé de tener control sobre mi felicidad?
Cuándo fué que empecé a estar tan cansada? (Por qué prefiero dormir todas las veces que tengo tiempo libre?)
La vida misma: el lugar donde todos esperan cosas de uno, y donde no hay tiempo para todas esas cosas, y donde uno no puede entender que no hay tiempo, y donde todo se sucede de manera confusa, y donde 24 hs no alcanzan, y donde extraño el sol en la plaza...
[Luk]
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