En que momento se quedo sin cuerda el reloj? En que momento la palabra se hizo un ovillo y se acostó en un rincón del cuarto, cansada, desganada, plegando sus alas? En que momento la certeza se transformo en interrogante? En que momento las manos tiraron las caricias al cesto de los papeles? Ella lo sabe. Quiere armar la escena con precisión matemática, pero no encuentra los gestos, la intención, el motivo. Hurga entre los recuerdos. Espía, busca, indaga.. Su memoria es traidora: no la ayuda, le esconde datos, le mezcla los recuerdos buenos con los recuerdos malos.
La cuestión es que ahora importa poco que haya habido sublimes desvaríos y ansias incontrolables. La cuestión es que ahora importa poco que haya habido una unión de puente tendido entre los dos, que hayan sido náufragos abrazados sobre una balsa en medio del océano, que se hayan repetido hasta el delirio que morirían si no estaban juntos. porque ahora ella ya no puede asegurar que sigue enamorada. Ella no puede convencerse de que lo necesita. Ella se queda con los ojos abiertos en la noche, buscando en la oscuridad una explicación que la tranquilice, que le aquiete esa culpa que siente por lo que ya no siente. No es feliz ni desdichada, como se puede vivir así? Esta como una plaza en una siesta de verano: verde de árboles y coloreada de flores, pero sin presencias humanas. Ganas de llorar no tiene. Ganas de gritar no tiene. Podría, por ejemplo, hacer una cantidad de cosas que antes no se atrevía a hacer sola, porque la soledad le daba miedo. Podría caminar por una calle, con pasos rítmicos, por el solo placer de caminar. Podría ir al cine a revivir que cuando era adolescente estaba casi loca por Paul Newman. Podría... podría... podría... Lo que verdaderamente no sabe es como decirle a él todo esto. Por que él no lo entenderá. Por mas que siempre dijo que la conocía mejor que a la palma de su mano, que la comprendía, que podía leer sus pensamientos, que sabia como hacerla feliz, como hacerla brillar, como hacerla sentir bien, plena, en paz... No la entenderá. Se pondrá furioso, arremeterá contra ella con frases hirientes, con gestos hostiles. Tratara de humillarla, de conmoverla, de hacerla sentir como una bruja, como una madre, como una amiga, como una niña, como una vieja, como una tonta, como una loba, como un cordero, como un ave de rapiña, como una daga refulgente. Tratara de despedazarla, de unirla, de someterla, de rescatarla, de odiarla.
(...)
Usara todas las armas y todos los matices (o tal vez ninguno, tal vez no haga NADA). Será una batalla tan larga y agotadora, que ella terminara por admitir que bueno, que esta muy confundida, que si, que lo mejor será darse otra oportunidad... Que esta bien, que no se puede tirar todo por la borda sin hacer un intento por salvarlo, por rescatar lo rescatable, por... Y hará el intento. Porque las mujeres hemos sido educadas así: para hacer el intento por salvar las cosas, y ella es una mujer igual a todas las mujeres y no sabe, como los hombres saben, cortar las cosas de un hachazo y chau. Por eso mañana a la mañana lo va a llamar y le va a decir que tiene que hablar con el de algo importante. Y le va a plantear sus dudas. Y se va a aguantar todo lo que sabe que sucederá. Y le concederá un plazo para arreglar las cosas. Mañana mismo. Porque sabe que una mujer... Para terminar con una relación amorosa o casi amorosa o que fue amorosa, debe pasar tres veces, por lo menos, por tres intentos. Las tres veces las mismas escenas. Las tres veces las tripas retorciéndose dentro de ella. Las tres veces diciendo lo mismo y oyendo lo mismo. Solo que la tercera vez, por fin, agachando la cabeza y encogiéndose de hombros, sin replicar, sin decir la ultima palabra, haciendo oídos sordos a la frase con la que tratara de partirla en dos... Por fin, por fin podrá marcharse caminando despacito, como si sufriera terriblemente, sin darse vuelta cuando el la llama, sin darse vuelta... Primero pasitos cortos, lentos; después pasos mas largos, mas rápidos, y al fin esa distancia que no la deja oír mas, esa distancia que le permite respirar, que le pone todo el universo delante de los pies para que lo recorra como se le antoje, como pueda, como quiera, ya sin siquiera pensar en que momento se cortaron los hilos y por que y como se lo va a decir...
Poldy Bird
La cuestión es que ahora importa poco que haya habido sublimes desvaríos y ansias incontrolables. La cuestión es que ahora importa poco que haya habido una unión de puente tendido entre los dos, que hayan sido náufragos abrazados sobre una balsa en medio del océano, que se hayan repetido hasta el delirio que morirían si no estaban juntos. porque ahora ella ya no puede asegurar que sigue enamorada. Ella no puede convencerse de que lo necesita. Ella se queda con los ojos abiertos en la noche, buscando en la oscuridad una explicación que la tranquilice, que le aquiete esa culpa que siente por lo que ya no siente. No es feliz ni desdichada, como se puede vivir así? Esta como una plaza en una siesta de verano: verde de árboles y coloreada de flores, pero sin presencias humanas. Ganas de llorar no tiene. Ganas de gritar no tiene. Podría, por ejemplo, hacer una cantidad de cosas que antes no se atrevía a hacer sola, porque la soledad le daba miedo. Podría caminar por una calle, con pasos rítmicos, por el solo placer de caminar. Podría ir al cine a revivir que cuando era adolescente estaba casi loca por Paul Newman. Podría... podría... podría... Lo que verdaderamente no sabe es como decirle a él todo esto. Por que él no lo entenderá. Por mas que siempre dijo que la conocía mejor que a la palma de su mano, que la comprendía, que podía leer sus pensamientos, que sabia como hacerla feliz, como hacerla brillar, como hacerla sentir bien, plena, en paz... No la entenderá. Se pondrá furioso, arremeterá contra ella con frases hirientes, con gestos hostiles. Tratara de humillarla, de conmoverla, de hacerla sentir como una bruja, como una madre, como una amiga, como una niña, como una vieja, como una tonta, como una loba, como un cordero, como un ave de rapiña, como una daga refulgente. Tratara de despedazarla, de unirla, de someterla, de rescatarla, de odiarla.
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Usara todas las armas y todos los matices (o tal vez ninguno, tal vez no haga NADA). Será una batalla tan larga y agotadora, que ella terminara por admitir que bueno, que esta muy confundida, que si, que lo mejor será darse otra oportunidad... Que esta bien, que no se puede tirar todo por la borda sin hacer un intento por salvarlo, por rescatar lo rescatable, por... Y hará el intento. Porque las mujeres hemos sido educadas así: para hacer el intento por salvar las cosas, y ella es una mujer igual a todas las mujeres y no sabe, como los hombres saben, cortar las cosas de un hachazo y chau. Por eso mañana a la mañana lo va a llamar y le va a decir que tiene que hablar con el de algo importante. Y le va a plantear sus dudas. Y se va a aguantar todo lo que sabe que sucederá. Y le concederá un plazo para arreglar las cosas. Mañana mismo. Porque sabe que una mujer... Para terminar con una relación amorosa o casi amorosa o que fue amorosa, debe pasar tres veces, por lo menos, por tres intentos. Las tres veces las mismas escenas. Las tres veces las tripas retorciéndose dentro de ella. Las tres veces diciendo lo mismo y oyendo lo mismo. Solo que la tercera vez, por fin, agachando la cabeza y encogiéndose de hombros, sin replicar, sin decir la ultima palabra, haciendo oídos sordos a la frase con la que tratara de partirla en dos... Por fin, por fin podrá marcharse caminando despacito, como si sufriera terriblemente, sin darse vuelta cuando el la llama, sin darse vuelta... Primero pasitos cortos, lentos; después pasos mas largos, mas rápidos, y al fin esa distancia que no la deja oír mas, esa distancia que le permite respirar, que le pone todo el universo delante de los pies para que lo recorra como se le antoje, como pueda, como quiera, ya sin siquiera pensar en que momento se cortaron los hilos y por que y como se lo va a decir...
Poldy Bird
Y esa foto?
ResponderEliminarMmmmmm.... Tres intentos nada más???.. Algunas tenemos la cabeza más dura que otras y aguantamos más de ESOS tres: "darte la cabeza contra la pared "... ¬¬
ResponderEliminarBeso.