Es curioso,
porque en el fondo uno sabe bien que empezar y terminar es cosa de cada día,
pero la costumbre es tan peligrosa que se lleva hasta el placer de reconocer al
sol.
Pero (palabra tan puta) cuando uno voltea hacia sus
adentros parece inevitable reconocer que la vida a veces tenga el aspecto
rancio que tiene el papel carbónico. Entonces uno, muy putamente aventurero,
pega un salto al abismo, como si de esa caída libre se tratara la vida. Y pasa
que de eso se trata la vida, pero nunca se está lo suficientemente preparado para
afrontarlo.
Da igual.
Ahora da igual. Ahora vuelvo a lo mismo, ahora vuelo a lo mismo. Lo que piense,
lo que sienta, lo que haga… Ahora da igual. Porque el final me queda escapar,
mientras todo fluye hacia la nada misma.
"Nada, realmente nada, pero sucede que nada
más nada no da
nada sino que a veces
da un poquito de algo." [J.C.]
[LUK]
No hay comentarios:
Publicar un comentario