Mis certezas desayunan dudas. Y hay días en que me siento
extranjero en Montevideo y en cualquier otra parte. En esos días, días sin sol,
noches sin luna, ningún lugar es mi lugar y no consigo reconocerme en nada, ni
en nadie. Las palabras no se parecen a lo que nombran y ni siquiera se parecen
a su propio sonido. Entonces no estoy donde estoy. Dejo mi cuerpo y me voy,
lejos, a ninguna parte, y no quiero estar con nadie, ni siquiera conmigo, y no
tengo, ni quiero tener, nombre ninguno entonces pierdo las ganas de llamarme o
ser llamado.
(E. Galeano - El Libro de los Abrazos)
No hay comentarios:
Publicar un comentario