sábado, 3 de septiembre de 2011
El gato de Schrödinger y otro sábado por la tardenoche
Igual que ayer, igual que siempre.
La monotonía de los sábados y el resplandeciente sol como representantes de un auténtico absurdo.
Para mí, es un día demasiado existencialista como para andar caminando por las afueras, fumando un pucho, lidiando con tantos signos de pregunta.
Una redundancia tan extrema como esta, nunca vale tanto.
¿Y qué pasa si..?
No. Dije que no.
(Pero, a veces, No no es necesariamente No)
Sigo construyendo mundos alternativos, constantemente.
El problema surge cuando la mente se cansa de reproducir imagenes, conjeturas innecesarias, prejuicios convenientes, mecanismos de supervivencia. El punto débil aparece a la hora de las moscas, a la hora de la hora, a la hora de abrir la caja.
Ante cualquier otra cosa, prefiero seguir contando con esa ilusa infinita cantidad de posibilidades que, a veces, sirven como motor cotidiano.
[Luk]
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario